Y LA DIETETICA ?
Hay 3 familias principales de ácidos grasos.
Los ácidos grasos saturados (que se encuentran en carnes, mantequilla, leche), consumidos en exceso, tienden a favorecer las enfermedades cardiovasculares al elevar los niveles de colesterol en la sangre. Afortunadamente, los aceites vegetales contienen solo unos pocos, en comparación con las grasas animales (alrededor del 10% para la mayoría de los aceites).
Los ácidos grasos poliinsaturados son más interesantes, especialmente omega-6 (ácido linoleico por ejemplo) y omega-3 (ácido alfa-linolénico o ALA). Estos ácidos grasos se denominan "esenciales" porque nuestro cuerpo no puede sintetizarlos a partir de otras fuentes de alimentos. Por eso es importante tener algo en su dieta, especialmente gracias a los aceites vegetales. Pero los omega-6, con sus propiedades reductoras del colesterol, y los omega-3 que participan, entre otras cosas, en la protección cardiovascular, deben consumirse en proporciones equilibradas. Los estudios científicos recomiendan una proporción de omega-6 / omega-3 de menos de 4: 1. Sin embargo nuestra dieta es deficiente en omega-3 a favor de omega-6. Hay una mejor comprensión de la importancia de buscar aceites ricos en omega-3 (la ración óptima de ALA es de dos gramos por día).
La última familia de ácidos grasos son los monoinsaturados. Es principalmente ácido oleico, omega-9, que toma su nombre del aceite de oliva del cual es el principal constituyente. Los monoinsaturados tienen un efecto positivo en el metabolismo, en particular, ayudan a prevenir los cánceres y las enfermedades autoinmunes y protegen contra la aparición de eventos cardiovasculares. Sin embargo, en cantidades demasiado grandes (más de 50 g por día), algunos estudios han demostrado que los ácidos grasos monoinsaturados podrían tener el efecto contrario al aumentar la LDL, el "colesterol malo".
Por lo tanto, es necesario consumir todos estos ácidos grasos en proporciones equilibradas. La proporción ideal de omega-9 / omega-6 / omega-3 debería ser 10 / 2.5 / 1.
Los aceites de oliva y aguacate están muy cerca de estas proporciones. Estos 2 aceites también son muy ricos en antioxidantes y varias vitaminas.
El aceite de coco es bastante especial. De hecho, contiene una rara combinación de tres ácidos grasos: ácido láurico, cáprico y caprílico, que se encuentran entre los más raros de la naturaleza. Estos ácidos grasos de cadena media proporcionan beneficios extraordinarios para la salud; Son fáciles de quemar durante el ejercicio y tienen propiedades antibacterianas.
El aceite de coco está especialmente indicado para las personas que tienen problemas de vesícula biliar, porque es el único aceite que no requiere la acción de este órgano.
Podemos notar estos beneficios:
- Equilibrar el sistema hormonal
- Eliminar la cándida
- Mejora la digestión
- Hidrata la piel
- Reduce la celulitis
- Atenúa arrugas y manchas de la edad
- Equilibra la glucosa en sangre y mejora la energía
- Mejora la condición de las personas con Alzheimer
- Aumenta el colesterol HDL ("colesterol bueno") y reduce el colesterol LDL
- Quema grasa