Resumen:
La radioterapia ocupa una posición importante en el tratamiento de enfermedades malignas a pesar de la existencia de efectos secundarios de la radiación en los tejidos normales. Por lo tanto, se están desarrollando sustancias diseñadas para reducir los efectos de la radiación aguda y a largo plazo en los tejidos sanos.
Actualmente, un compuesto que contiene azufre amifostina (WR2721, etiol) se utiliza en la práctica clínica como un radioprotector. Sin embargo, tiene efectos secundarios considerables, como hipotensión (que se encuentra en el 62% de los pacientes), hipocalcemia, diarrea, náuseas y vómitos.
Las nanoesferas de carbono, conocidas como fullerenos, y sus derivados solubles en agua (por ejemplo, C60 (OH) 24, dendrofullereno DF-1) ejercen propiedades antioxidantes y reducen el daño al ADN en las células irradiadas.
Los fullerenos solubles en agua son sustancias poco tóxicas y, por lo tanto, son atractivas en términos de su uso como radioprotectores.